Corrosión, el principal enemigo de los metales, especialmente cuando el metal ha sido sumergido en salmuera o agua de mar, podría causar la electrolisis y acelerar la corrosión. La bomba en agua de mar normalmente sufre una rápida corrosión la cual produce daño en sus componentes.
Para una mejor protección contra la corrosión infligida por la salmuera, se sugiere la aplicación del ánodo de sacrificio. El Ánodo de Sacrificio libera partículas positivas y vuelve a la bomba negativa. El Ánodo de Sacrificio se disolverá lentamente en el agua de mar y liberará electrones que evitarán
la oxidación hasta que este se agote. Durante el proceso, el Ánodo de Sacrificio protegerá a la bomba y sus componentes de la corrosión durante un periodo prolongado de tiempo y prolongará la esperanza de vida de la bomba. Si se utilizará la bomba en agua de mar durante más de 4 horas al día, el uso de un Ánodo de Sacrificio es altamente recomendado, ya que ofrece una protección adicional contra la corrosión del agua de mar y efectivamente extender la esperanza de vida del equipo.